Desde hace tiempo se ha venido hablando de la importancia de la atención a las víctimas de abuso, sin embargo, en muchas ocasiones, las autoridades y profesionales pudieron haber fallado a la hora de identificar la revictimización en las víctimas de abuso.
La revictimización se define como la reexperimentación de la victimización a través de los procesos a los que se somete a la víctima, tanto en los entornos familiar, social, institucional y judicial, como en su propia relación con ella misma, tratando de olvidar el trauma sufrido. Dicho de otra forma, es cuando una persona que ha sido víctima de un abuso vuelve a experimentar la misma situación de vulnerabilidad, pero en otra circunstancia.
La revictimización, a su vez, viene acompañada de una serie de factores y elementos que debemos conocer a fondo para poder identificar se está llevando a cabo este tipo de victimización:
La revictimización en personas que han sufrido abusos puede darse en distintas formas y manifestaciones:
La víctima de abuso puede culparse por lo que ha ocurrido, creyendo que ha sido por su culpa, sintiendo incluso culpable por lo que el abusador ha hecho. De la misma manera, puede sentir una gran vergüenza por lo sucedido, bajando su autoestima y mostrándose cada vez más vulnerable ante esta circunstancia.
La persona que ha sufrido un abuso puede no identificar las situaciones que, por su susceptibilidad a la vulneración, pueden ser arriesgadas. De esta manera, se expone a situaciones que pueden llevar a nuevas victimizaciones, manteniendo un alto nivel de vulnerabilidad.
La víctima puede caer nuevamente en la red de su agresor, debido a la falta de conocimiento sobre el propio nivel de exposición a dichas relaciones, y por carecer de valoración realista de las actitudes de su agresor, pudiendo idealizar la relación anterior, creyendo que fue una situación puntual o que se debe al tipo de relación que se establece.
Una vez identificados los principales factores y síntomas de la revictimización en las víctimas de abuso, es importante poner en marcha medidas de prevención para reducir el riesgo de dicha victimización. Para ello se pueden llevar a cabo las siguientes estrategias:
Es importante que las personas que han sufrido victimización reciban apoyo y actúen sobre su situación cuanto antes. Un análisis y tratamiento adecuado de los efectos del abuso o violencia sufrido, permite a los afectados afrontar de forma más optimista cualquier intento de victimización en el futuro.
Orientar a la víctima hacia la recuperación emocional por medio de entrenamiento en habilidades afectivas, habilidades sociales y técnicas de relajación, puede ser una estrategia efectiva al aumentar la autoestima y reducir la vulnerabilidad a la revictimización.
Fortalecer la confianza y la autoeficacia personal permite a la víctima de un abuso identificar y responder positivamente a las situaciones de riesgo, de esta manera se minimiza la vulnerabilidad a sufrir la revictimización.
El acceso a una respuesta ética y adecuada de parte de la justicia puede favorecer la recuperación emocional y disminuir la vulnerabilidad ante posibles revictimizaciones. Por ende, la atención a las víctimas de abuso en un marco judicial puede minimizar la repetición de comportamientos victimizantes.
En conclusión, la identificación pronta y adecuada de la revictimización en las víctimas de abuso sexual es fundamental para disminuir los niveles de vulnerabilidad y, por lo tanto, evitar la repetición de los comportamientos victimizantes en el futuro. Para ello, es necesaria la presencia de una red de apoyo, la intervención temprana y el fomento de la recuperación emocional por parte de los profesionales involucrados en la atención a las víctimas, desde la orientación psicológica hasta la judicial.