La victimización secundaria es un tema de gran importancia en el ámbito de la criminología y especialmente en el contexto de las víctimas de abuso. Este tipo de victimización se produce cuando una persona sufre una nueva victimización o daño en el proceso de búsqueda de justicia o de ayuda tras haber sido víctima de un delito o de un acto abusivo. La victimización secundaria puede surgir en diferentes ámbitos, uno de los cuales es el entorno familiar.
La victimización secundaria en el entorno familiar se produce cuando una persona que ha sido víctima de un delito o abuso en su entorno familiar, sufre un nuevo daño o victimización en el proceso de búsqueda de ayuda o justicia en el mismo entorno. Esto puede ocurrir cuando la víctima es culpabilizada, minimizada, ignorada o incluso victimizada de nuevo por miembros de su propia familia, amigos o personas cercanas.
La victimización secundaria puede tener graves consecuencias tanto para la víctima como para la dinámica familiar. A continuación, se describen algunos de los posibles efectos:
La superación de la victimización secundaria en el ámbito familiar no es una tarea fácil. Puede requerir mucho tiempo, esfuerzo y apoyo profesional. A continuación, se sugieren algunos pasos que pueden dar las víctimas de abuso en el proceso de superación:
Buscar ayuda de profesionales especializados en el tratamiento del trauma y el abuso es fundamental. Los profesionales pueden proporcionar consejos, herramientas y estrategias de superación y acompañar a la víctima en su proceso de recuperación.
Encontrar a alguien de confianza dentro del entorno es muy importante por esto, puede ofrecer un soporte emocional y un espacio seguro para hablar. Si no encuentras a nadie dentro del entorno, busca una línea de ayuda local o acude a servicios de atención especializados en víctimas de abuso de carácter institucional.
Pertenecer a una comunidad de víctimas de abuso de carácter institucional u organización no gubernamental y no lucrativa (ONG) puede ofrecerte un entorno seguro para compartir experiencias y recibir soporte emocional de personas que están pasando por lo mismo.
El impacto emocional y psicológico del abuso en el entorno familiar puede tener consecuencias físicas y emocionales en la salud. Cuidar la alimentación, realizar ejercicio y descansar de manera adecuada es de vital importancia para prevenir el impacto físico de la victimización secundaria.
La victimización secundaria en el entorno familiar es un fenómeno complejo, cuyo impacto puede ser devastador para las víctimas y la dinámica familiar. Identificar las causas y efectos de esta problemática es un primer paso para su prevención y abordaje. Buscar ayuda profesional, hablar con alguien de confianza, formar parte de una comunidad de apoyo y cuidar el cuerpo y mente son herramientas fundamentales para superar esta situación.